Texto/Fotos: Camilo Sigas Puente
El 7 de diciembre de 2020 el Hospital Provincial Saturnino Lora de Santiago de Cuba se convirtió en el corazón de los ensayos clínicos de Abdala. Seis meses han transcurrido desde ese entonces y concluida la etapa de inoculación, el pueblo indómito ya siente especial afecto por el candidato vacunal.
El pasado 1ro de mayo, último día de la aplicación de la tercera dosis, los santiagueros acudieron al vacunatorio de dicho centro con gran satisfacción sabiéndose cumplidores de su labor como voluntarios del ensayo. Para tres de estos santiagueros, participar en un proceso tan importante como el actual, significa el apoyo a la Patria y a las autoridades sanitarias del país que no cesan ni un instante en el bienestar del pueblo cubano.
Para Miguel Carrillo Rodríguez participar en el ensayo clínico representó una experiencia que jamás olvidará:
“Para mí constituye una oportunidad única, al mismo tiempo tengo la oportunidad de vacunarme en un proceso totalmente gratuito, algo que en cualquier otra parte del mundo no lo sería”
Además manifestó su confianza y agradecimiento a los científicos y profesionales de la salud cubana:
“Tengo total confianza en la salud pública cubana y sobretodo en este proceso, que surge de las ideas de nuestro Comandante en Jefe quien potenció los estudios de biotecnología en nuestro país. Espero que una vez aprobado el candidato vacunal Abdala, podamos compartirlo con todos los países del mundo, en especial los de América Latina”
Carrillo resaltó no haber experimentado eventos adversos y agradeció la gran atención del personal médico del vacunatorio en el Hospital Provincial.
Para los amigos Adrián García Sánchez y Hermes Nicol Dussac acudir juntos a la cita de vacunación ha fortalecido sus experiencias personales durante este proceso. Conscientes de la dedicación y el rigor que demandaba este estudio, agradecieron a los científicos cubanos por hacer posible que Cuba exhibiera no solo uno, sino cinco candidatos vacunales.
García Sánchez no titubeó al llamado de su médico de familia para la vacunación:
“Cuando el médico de mi consultorio acudió a mi hogar a explicarme el proceso y me exhortó a participar en el ensayo, no lo pensé dos veces y le dije que sí. Una vez vacunado no tengo quejas de la atención, mis mayores respetos para el personal médico”
“En medio de una pandemia mundial que ha cobrado tantas vidas, estar el día de hoy vacunado con las tres dosis para mí es algo grande, inmenso; de esta forma no solo protejo mi salud, sino la de mis seres queridos y aporto mi granito de arena para que nuestro pueblo salga adelante ante tan difícil situación”
Por su parte Hermes Nicol Dussac, trabajador de la base de ómnibus de Vista Alegre, confesó haber sido convocado por su centro laboral y de igual manera dio su paso al frente sin recelo alguno.
“Si me vuelven a convocar vuelvo a dar mi sí. Desde que entré al vacunatorio pude percibir las muestras de cariño del personal, te hacen sentir como en casa, mi agradecimiento es hacia ellos”.
Nicol Dussac manifestó la importancia de este proceso para nuestro país:
“Conseguir un candidato vacunal como lo es Abdala es un gran logro, pero considero que tan pronto pueda ser evaluada su eficacia y sea aprobada, vacunar a la mayor cantidad de personas en el menor tiempo posible, pues este virus está acabando con muchas vidas y trayendo dolor a muchas familias cubanas. Con el esfuerzo de todos no tengo dudas que lograremos este propósito”
Abdala es un nombre que rinde homenaje a las luchas por la independencia de Cuba, al amor de los cubanos hacia su Patria. No es fruto de una orden, sino de un desafío, un clamor de la ciencia cubana inspirada en hacer lo que mejor sabe: velar y cuidar la salud y vida de su pueblo.
El apego del pueblo indómito a este proceso tan importante para el país ha demostrado el compromiso de sus habitantes. Los santiagueros han acogido este candidato vacunal con especial cariño, en él descansan las esperanzas de un pueblo que tiene total confianza en la Revolución y sus autoridades sanitarias.
