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Contra el mosquito cada minuto cuenta
Texto y fotos: Carlos Johann González
En la guerra contra el Aedes aegypti cada minuto cuenta, máxime si está en peligro la salud humana. Ingentes esfuerzos realiza el territorio santiaguero para enfrentar al principal trasmisor del Dengue, el Zika, la Chikungunya y la fiebre amarilla, enfermedades que representan un elevado riesgo para la población debido a su alto índice de mortalidad en todo el mundo.
“Cualquier esfuerzo es poco”, así dicen los trabajadores de vigilancia y lucha antivectorial en el policlínico “30 de Noviembre” de esta ciudad, conscientes de que la tarea implica no solo al personal de la salud, sino también a otros organismos y a la población en general, desde la propia comunidad y el núcleo familiar.
Al respecto, el Doctor Edgar Santiago González, director de esta institución médica precisó: “Resulta vital fortalecer la preparación ciudadana en torno a las medidas que deben adoptarse para la eliminación de este peligroso vector. Igualmente es fundamental continuar preparando a los operarios de la campaña, a los médicos y enfermeras de familia en este tema, para garantizar un trabajo focal con calidad”.
Las acciones de saneamiento y lucha antivectorial están encaminadas fundamentalmente a la inspección, destrucción de depósitos artificiales y abatización en el total de viviendas y locales, con un seguimiento constante en cada una de las áreas clasificadas con altos índices de infestación. En este sentido, “la intervención comunitaria debe realizarse cara a cara con la población, ofreciendo charlas educativas para sensibilizar a las personas sobre la magnitud de riesgo que representa el incremento del vector”, añadió Santiago González.
Además de las estrategias que adoptan las autoridades sanitarias, es necesaria la responsabilidad ciudadana de realizar el autofocal en los hogares y centros laborales, cumplir todas las medidas de contención del Aedes y acudir al médico ante cualquier síntoma asociado a las arbovirosis, para proteger la salud individual y colectiva.
“Si queremos ganar la batalla contra el mosquito debemos entender que es un problema que nos corresponde y nos afecta a todos. Cada núcleo familiar debe contribuir al trabajo de los operarios de campaña, facilitando la entrada de los mismos a la vivienda para efectuar la inspección y fumigación”, explicó Leonardo Bavastro Sánchez, supervisor de la campaña antivectorial.
Pese a las dificultades económicas, el país garantiza los recursos materiales necesarios para un exitoso enfrentamiento. Semana tras semana las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en la provincia, al frente de un equipo multidisciplinario, precisan hasta el más mínimo detalle en aras de cortarle cuanto antes el paso al Aedes.