Una representación del pueblo de Santiago de Cuba rindió tributo la víspera, en el cementerio Santa Ifigenia, de esta urbe, a Mariana Grajales, en el aniversario 129 de su partida física.
Tras el cambio de guardia de honor que sucede cada 30 minutos, los asistentes colocaron flores en la tumba de la madre de los Maceo.
Marisela Duarte, presidenta del Consejo Popular Agüero – Mar Verde, expresó que Mariana constituye un símbolo de la mujer cubana, porque consagró su vida a la lucha por la independencia de la nación, a la cual entregó, con amor de madre y orgullo de patriota, a todos sus hijos y alentó al esposo a seguirlos.
Dijo que la estoica mambisa rompió los estereotipos de la época sobre el género y la mejor manera de honrarla es contribuir, desde el trabajo y el estudio, al desarrollo económico y social del país.
Convocó a ser continuadores de su legado y a asistir este domingo a las urnas para participar en la elección de los delegados de circunscripción, proceso que representa otra muestra más de democracia en la isla caribeña.
El conjunto monumental que homenajea a Mariana Grajales en el Altar de la Patria de la necrópolis patrimonial está compuesto por un panteón y una escultura de la patriota de 4,60 metros, obra del reconocido escultor Alberto Lescay.
La pieza, fundida en bronce proveniente de casquillos de cañones de artillería de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, se ubica encima de un redondel con tierra traída desde la finca Majaguabo, en el municipio santiaguero de San Luis, donde crecieron los Maceo Grajales, y la circunda un sendero de piedras de la localidad de Palmarito de Cauto, lugar de andanzas de sus hijos.
