Ante el aumento de contagios por la variante ómicron en Cuba, y con el objetivo de lograr una mayor respuesta inmune de la población santiaguera, se han aplicado más de 375 000 dosis de refuerzo de la vacuna Abdala en esta provincia suroriental.
Mariela Cedeño Arroyo, coordinadora de la vacunación anticovid-19, comentó a Sierra Maestra que la intervención sanitaria para la reactivación del inmunógeno se desarrolla en los municipios de Contramaestre, Palma Soriano, San Luis, Santiago de Cuba y Songo, que fueron los primeros en iniciar el proceso de vacunación el pasado junio.
Según la experta, se comenzó la vacunación a los convalecientes de la enfermedad que presentan un cuadro completo y que no han recibido la vacuna Soberana Plus. A los que se les haya puesto dicha vacuna deben esperar seis meses para recibir el refuerzo.
Puntualizó, además, que aún no se realiza la inoculación de una cuarta dosis en los alérgicos al tiomersal. Estos individuos recibirán su vacuna más adelante y con la misma formulación que les fue aplicada en el esquema de vacunación.
En esta etapa, la reactivación solo se administra a mayores de 19 años que tengan tres o más meses de haber recibido la tercera dosis.
En cuanto a la población pediátrica, Cedeño Arroyo explicó que se le aplicará la dosis de refuerzo en cuanto lo decida la Comisión técnica nacional, pues se encuentra aún en ensayo clínico para determinar el tiempo en que protege a los más pequeños de casa.
Santiago de Cuba es una de las provincias cubanas por donde inició la intervención sanitaria con inmunógenos anticovid-19. En este territorio se han aplicado más de 2 527 000 dosis y más de 905 000 personas se encuentran con una inmunización completa ante el coronavirus, lo que representa un 92% de la población total.
En el encuentro con este rotativo, la doctora Cedeño insistió en la necesidad e importancia de que las personas acudan a los vacunatorios a completar el esquema de vacunación o recibir el refuerzo.
Si bien las vacunas no eliminan la posibilidad de contraer el virus, sí dan al organismo una mayor resistencia en caso de contagio, y disminuyen la probabilidad de enfermar gravemente y morir.
Asimismo, es vital mantener la observancia de las medidas higiénico-sanitarias aunque estemos vacunados.
VANESSA CORREA GONZÁLEZ (Estudiante de Periodismo) / Sierra Maestra
