Ciento veintiocho años después de su muerte -ocurrida un día como hoy- en Kingston, Jamaica, una representación de santiagueros se dieron cita al pie de su tumba en la necrópolis de Santa Ifigenia para rendirle honores a la Madre de la Patria, Mariana Grajales Cuello.

Con una ofrenda floral a nombre del pueblo de Cuba, junto a las palabras de Yanelis Boga Martínez, responsable de la esfera ideológica en la Federación de Mujeres Cubanas en la provincia, se exaltó el legado de la patriota cubana, quien, al conocer del estallido de la gesta independentista de 1868, no tardó en sumarse al combate junto a su esposo e hijos. 

Al destacar la trascendencia que para las féminas cubanas tiene la vida de Mariana, sus grandes sacrificios y entrega sin límites a la Revolución, Boga destacó que "no volveremos al pasado de opresión y explotación, y menos a la humillación sufrida por nuestro pueblo y a la falta total de derechos que tan cruelmente afectó a las mujeres".  

En otro momento de su intervención, la dirigente subrayó que "el ejemplo de la Madre de la Patria en el proceso revolucionario, se hace más patente y acrecienta ahora, cuando contamos con la experiencia colectiva acumulada en más de medio siglo de existencia. Los desafíos son constantes y renovadores". 

Según la historiografía insular, Mariana curó heridos en hospitales de campaña erigidos en la manigua y al mismo tiempo, arengaba a los convalecientes a que, una vez curados, regresaran al combate por la libertad. El propio Apóstol de la independencia cubana, José Martí, la definió como "la mujer que más ha conmovido mi corazón".

Fuente: Periódico Sierra Maestra

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