Trabajar desde la casa es todo un reto. Por estos días muchas personas ponen en práctica este método que si bien es una alternativa para evitar el contagio y la propagación de la Covid-19, y así mantener a muchas familias a salvo, ha puesto a prueba el nivel de responsabilidad, compromiso, paciencia, concentración y organización de cada persona.
Lo cierto es que desde el inicio de la pandemia en Cuba, en correspondencia con el comportamiento de la enfermedad en cada territorio, se han adoptado medidas para frenar la trasmisión, y hombres, mujeres, niños, jóvenes y ancianos han experimentado diversas vivencias, que no siempre han sido de agrado.
El encierro, las escaseces, las rutinas del hogar, la convivencia, han sido factores que no todos han asimilado de la misma forma y no siempre manejados de la mejor manera.
Para los trabajadores ha sido un verdadero desafío. Tener a los niños en casa, levantarse temprano y dormirse tarde, ocuparse de los quehaceres del hogar ( infinitos) , ser responsables del cumplimiento de las tareas escolares, proveer casi las 24 horas del día de varias meriendas, desayuno, almuerzo y comida, y además, cumplir con un plan laboral.
Coincidirán que no es tarea fácil y muchas madres, principalmente quienes tienen niños pequeños, se han acogido a la ley, pero otras han podido u obligadas por diversas cuestiones, mantenerse laborando aun cuando las condiciones no sean las más idóneas y quisieran sumarle horas al día para cumplir con todas las exigencias.
Especialistas recomiendan intentar organizarse, planificar el día, las tareas, tener horarios para cada actividad, partiendo del momento y tiempo de sueño de nuestros infantes, desde la hora de despertar y dormir; poner en práctica reglas indispensables de convivencia que sin dudas aliviarán la carga diaria.
No permitamos que el diarismo nos absorba y aunque hagamos hasta lo imposible para cumplir con todas las obligaciones, también hagamos un espacio para mimarnos un poco; leer un libro, mirar una novela, arreglarnos el pelo, la uñas, también son actividades imprescindibles para mantener la armonía familiar, la estabilidad psicológica y emocional.
Seamos conscientes de las consecuencias de exponernos e incumplir con las medidas de aislamiento, pero también de cuánto daño puede hacernos el no saber planificar nuestro tiempo en casa y hacer entender e imponer las buenas costumbres de convivencia. Hagamos de esta etapa una mejor experiencia, que no se resuma solo a una cuarentena para protegernos de la Covid 19, sino también a aprender otros estilos de vida, donde no solo seamos los protagonistas, sino también seamos directores, guionistas y correctores de nuestro tiempo e historia.
Fuente: Periódico Sierra Maestra
