Texto: Elianys Cabrera Montes de Oca
Se inició como maestro voluntario y fue ubicado en una escuela en las montañas de Sancti Spíritus, donde alternaba las clases de 44 niños por el día con otros tantos adultos por las noches, con el fin de erradicar el analfabetismo. Mientras se encontraba realizando esa faena fue asesinado por elementos sin escrúpulos que troncharon su vida por el solo "delito" de llevar la enseñanza a los campesinos.
¡Patria o Muerte! era una consigna que vibraba en esa época y en el corazón de jóvenes que, como Conrado, se entregaron a la causa revolucionaria. Cuba recuerda hoy a ese maestro líder, y se inundan los pensamientos de todos los que en algún momento entonamos aquella canción que inicia con el verso “Somos la brigada Conrado Benítez, somos la vanguardia de la Revolución….”
Cántico escuchado también en las guardias Pioneriles realizadas y a la cual acudían los estudiantes con tanto entusiasmo, teniendo como baluarte a Conrado Benítez quién dedicó su vida al magisterio y a la Revolución.
Por eso lo recordamos hoy ante un contexto minado por contrincantes del proceso revolucionario, quienes no lograrán jamás su objetivo injerencista, sino que tropezarán ante la creciente memoria histórica de la generación presente que honra y honrará, siendo continuidad del hermoso legado que está hoy en nuestras manos.