Alimentos en Santiago de Cuba, ¿basta con producir más?

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FrutasOrtalizazsMercado2La comercialización de productos del agro en Santiago de Cuba, su distribución y la concertación de precios, ocupa espacios en la televisión y la radio locales. Y ello habla de un interés político y gubernamental de informar y poner en el debate público otra de las aristas del acceso a los alimentos, uno de los asuntos que más preocupa a los habitantes de la provincia.

Con casi 50 polos y otras áreas de desarrollo agrícola, este territorio ha incrementado sus capacidades productivas. Sin embargo, buena parte de lo mejor que genera la agricultura se expende a diario en una suerte de mercado mayorista informal, cuya existencia es vox pópuli, y se revende luego en los barrios a precios que un jubilado, un pensionado por la Asistencia social, o incluso un trabajador, no pueden pagar.

Por tanto –y así lo evidenció el Panel Informativo de Tele Turquino- la organización del suministro a los mercados agropecuarios es un asunto que urge atender, pues a menudo contrastan la escasa variedad de ofertas en estos establecimientos (donde los precios son más bajos) con la diversidad de frutas, viandas, hortalizas y granos, que puede apreciarse en los kioscos de trabajadores por cuenta propia y en las carretillas.

De acuerdo con Belkis Villa Tabares, directora general de la Empresa Provincial de Acopio, la contratación supera las 37 mil toneladas de productos para el año, de las cuales 28 962 tienen como destino los mercados agropecuarios. Además, el Grupo Empresarial Acopio ha dispuesto los envíos de productos desde otras provincias.

Con ello se cuenta para abastecer los establecimientos. Y en este sentido, la política de distribución incluye que dos veces por semana las formas productivas concurran a los mercados que les han sido asignados. Además, la directiva significó que el modelo de gestión confiere a los administradores de varias unidades la atribución de gestionar suministros para ampliar las ofertas.

Hay mucho que revisar: la correspondencia entre calidad y precios, la protección a los derechos del consumidor, el cumplimiento de los suministros con la frecuencia y variedad necesarias, y las cuestiones organizativas para cerrar las brechas que hoy propician el desvío de los productos. Y en la medida en que se avance en esa dirección, será más eficaz la estrategia para mejorar el acceso de los santiagueros a los alimentos.

Una buena noticia es que por concepto de dieta médica nueve productos tienen precios subsidiados.

“Son la malanga xanthosoma (5.40 pesos la libra), malanga colocasia (3.30 pesos la libra), plátano vianda (3.70 pesos la libra), plátano burro (2.00 pesos la libra), plátano fruta (2.50 pesos la libra), boniato (2.00 pesos la libra), calabaza (2.80 pesos la libra), la guayaba (6.00 pesos la libra) y la fruta bomba (4.00 pesos la libra)”, detalló.

Sobre la venta de papas, la directora general de Acopio puntualizó que el Grupo Empresarial destinó unas 1400 toneladas para esta provincia y que se trabaja para cerrar la distribución en la cabecera, a la vez que inician los envíos a Palma y Contramaestre.

“El consumidor no está obligado a comprar la papa que tenga afectación. Hemos recibido dos trenes (cargados del tubérculo) y arribará un tercer envío que se utilizará para completar la comercialización”, apuntó.

Eliover Zapata Hidalgo, delegado de la Agricultura en la provincia, sostiene que “si hoy los precios están altos es porque no hay suficiente producción agropecuaria”. De ahí que se prevea la siembra de unas 62 858 hectáreas en la actual campaña de primavera, cuyo avance calificó de favorable al comparecer en el Panel Informativo.

“Corremos un gran riesgo sin el riego a las plantaciones”, advirtió, pues solamente el 12 % de las áreas cuentan con regadíos y de esta porción “solo el 6% tiene valor de uso”.

La provincia busca garantizar el cultivo de plátanos a razón de una caballería por cada 1000 habitantes, lo que se sobre cumple; no ocurre así con la yuca, cuya siembra muestra atrasos asociados a la sequía, aunque el directivo aseguró que las áreas están listas para la siembra cuando comiencen las lluvias.

En cuanto al boniato, también se asegura su producción en más de 3 000 hectáreas, así como el ñame y la malanga, renglones en los que –según Zapata Hidalgo- no habrá problemas para alcanzar lo planificado.

La fortaleza para estos propósitos es que la provincia ha logrado 49 polos productivos en los que se priorizarán los cultivos de ciclo corto (boniato, calabaza, maíz) y el plátano extra denso por su alto rendimiento.

De los precios

Independientemente de los avances en el surco, la concertación de precios y el control para contener los llamados “abusivos y especulativos”, es un elemento crucial para garantizar que más personas puedan acceder a lo que se produce y expende en Santiago de Cuba.

En ese sentido, Ariadna Palacios Frómeta, subdirectora de Finanzas y Precios en la provincia, opina que la batalla se gana en la negociación de los gobiernos municipales con los productores, y en la divulgación de los precios acordados. Esto último, considera, incrementará la exigencia de los consumidores y el control popular en el cumplimiento de los precios pactados.

La aplicación de unas 1600 multas, sanciones administrativas, decomiso de mercancías, y retiro de licencia a quienes de manera reiterada venden a precios abusivos y especulativos en franca violación de lo establecido, son acciones de enfrentamiento para hacer cumplir los valores concertados para el expendio de alimentos muy demandados por la población.

Si bien la realidad demuestra que en las barriadas santiagueras la aplicación de estas y otras medidas está lejos de lo que se necesita, es plausible el empeño de intensificar el control sobre los precios.

Y vale añadir que mejor será el resultado en la medida en que se materialice el propósito expresado por William Hernández Morales, coordinador de Objetivos y programas agroalimentarios del Gobierno Provincial, de concertar el valor de unos 19 productos desde la comercialización mayorista hasta la minorista, para garantizar que se oferten a la población a precios módicos.

En busca de equidad en el acceso a viandas, hortalizas y frutas, se evalúa la venta diferenciada de estos comestibles a personas en situación de vulnerabilidad. Al respecto el funcionario explicó que ya se implementa a modo de prueba y, aunque no precisó la cuantía de la disminución, dijo que podría ser del 10 al 15% menos del valor en que se venden actualmente en los mercados.

También se prevé vincular a productores (empresas, cooperativas, etc.) con hogares de ancianos y maternos, comedores comunitarios del Sistema de Atención a la Familia, hospitales y otras instituciones del Consumo social para evitar intermediarios y altos costos en el suministro de alimentos.

Hernández Morales subrayó que tomando en consideración los criterios de la población se fortalecerán las ferias agropecuarias de los sábados en siete áreas de la Ciudad Héroe, así como los abastecimientos, martes y jueves, a los mercados agropecuarios.

En Santiago de Cuba hay una fuerte voluntad política y gubernamental de establecer mecanismos para la regulación de precios que parte de una mayor atención a la Agricultura –en lo cual la provincia ha venido dando pasos importantes en los dos últimos años-; pero transita necesariamente por ordenar más la distribución de lo que se cosecha.

Si bien el aumento de los cultivos es primordial, urge suprimir deficiencias en la ruta que siguen los alimentos desde el surco hasta el mostrador del mercado o el punto de venta; pues con una mejor organización, más exigencia y control, lo que se produce hoy en esta provincia podría llegar a más gente, y con menores precios.

Fuente: Periódico Sierra Maestra